Claves para desarrollo: obras, recaudar más, cortar lo inútil e invertir en salud y educación

Expertos internacionales resaltaron este martes en Asunción, en un seminario organizado por el Banco de Desarrollo de América Latina – CAF, la necesidad de que Paraguay mejore su recaudación fiscal y aumente su inversión en infraestructuras, educación y sanidad.

FUENTE: EFE

El vicepresidente de CAF, Pablo Sanguinetti, fue uno de los más insistentes en las inversiones públicas y en la urgencia de elevar la baja recaudación, a su juicio, “dos problemas que corregir”.

“Este país, claramente, necesita inversiones adicionales en infraestructuras”, apuntó Sanquinetti, y añadió que “la única manera” de lograrlo es “aumentando la recaudación fiscal”.

En su opinión, la recaudación fiscal de Paraguay es todavía “muy baja” para poder sostener el desarrollo del país y atender a las demandas de la creciente clase media.

Al igual que Sanguinetti, el vicepresidente para América Latina y el Caribe del Banco Mundial, Axel van Trotsenburg, también apostó por las inversiones para “un desarrollo a mediano y largo plazo” del país, y les instó a utilizar su fortaleza macroeconómica y su “deuda pública muy baja” para acometer “reformas de competitividad”.

“Hay que responder a los desafíos que existen, sean de las infraestructuras hasta la educación, la salud o la protección social”, puntualizó Van Trotsenburg.

Aludido por estas recomendaciones, el ministro de Hacienda, Benigno López, coincidió en que “la forma de invertir es a través del impuesto o de la deuda” y reconoció que Paraguay debe “recaudar más”.

“Un 10 % de presión tributaria hace que no podamos cumplir con todo lo que los paraguayos requieren”, aseveró el ministro, que presentó hace unos días un proyecto de reforma tributaria, que se centra más en la simplificación de los tributos que en las subidas de impuestos.

En cuanto al endeudamiento, Paraguay cumple con su Ley de Responsabilidad Fiscal (LRF), que establece que el déficit fiscal anual de la Administración Central no superará el 1,5 % del PIB estimado para ese año fiscal.

Esta cuestión también se puso sobre la mesa al entender que puede ser “muy rígida”, como dijo López, y que quizá debería ser “más contracíclica”.