YPEJHU: Acosta «tiene una estructura de la gran siete»

Vilmar Acosta entró a la política ostentando mucho poder económico
Prófugo. El intendente Vilmar Acosta siempre demostró poderío en la zona de Ypejhú.
El prófugo intendente de Ypejhú fue imputado como el autor moral del asesinato de Pablo Medina y Antonia Almada. En las elecciones del 2010 arrasó, según el ex diputado de la zona, Herminio Dávalos.

El ingreso de Vilmar Neneco Acosta a la política fue «arrasando y con muchos recursos», según recuerda el ex diputado de la ANR por Canindeyú, Herminio Dávalos, quien negó haber sido el padrino político del prófugo intendente de Ypejhú, imputado como autor moral del asesinato de Pablo Medina y Antonia Almada, y por acopio, tráfico y producción de marihuana.

Dávalos recordó que Acosta irrumpió en las internas coloradas, previas a las municipales del 2010, con un «gran aparato de propaganda, una gran estructura física y mucha plata», en una localidad que tiene 2 mil votantes, con una participación de poco más del 50%. «Sacó una ventaja de casi 600 votos», recordó.

Señaló que gracias a ese aparato, Vilmar «arrasó» en las internas de julio de 2010, conquistando la candidatura colorada, primeramente, y luego la intendencia de Ypejhú, en noviembre de ese mismo año.

Dávalos insistió en que Acosta «tiene una estructura de la gran siete», en lo que a fuerza política se refiere, por lo que la gente de la zona prefiere no enfrentarlo políticamente.

«Lo conozco, porque al militar en política se recorre los municipios y se habla principalmente con los intendentes», dijo Dávalos, pero aclaró que nunca Acosta trabajó con su equipo político.

«Nunca trabajó con mi equipo, porque el intendente de Ypejhú se fue hacia otra corriente política», refirió.

Al ser consultado sobre la fortuna de los Acosta, subrayó que «tienen mucha plata».

Sobre los antecedentes del prófugo intendente, Dávalos refirió que no sabía a qué se dedicaba, pero que era vox pópuli que dicha familia mantenía un enfrentamiento por el tráfico de marihuana con otro clan familiar: los Giménez. El enfrentamiento fue al punto de que hubo una matanza entre ambas familias. Primero fue eliminado el padre de los Giménez, y estos se vengaron matando a dos de los hermanos Acosta, refirió Dávalos.

«Cuando Vilmar entró a la política, los Acosta tuvieron gran poder; los Giménez se fueron de la zona y quedaron los Acosta solos para el tráfico», refirió.

Dávalos señaló que la matanza con los Giménez no fue la única, ya que se sindica también a la familia de Vilmar como responsable del asesinato del ex intendente y ex presidente de seccional de Ypejhú, Julián Núñez, hecho ocurrido el 1 de agosto pasado, supuestamente después de que Núñez hablara de un cargamento de marihuana de los Acosta, que finalmente cayó en manos de la Policía.

Según Dávalos, las investigaciones del caso se estancaron y recién ahora se habla de nuevo de dicho suceso, luego del asesinato de Medina y Almada.

ADVERTENCIA A LA ANR. Dávalos dijo que ayudó a la familia de Núñez, e incluso trasladó hasta Asunción a uno de los hermanos del asesinado, de nombre Casimiro, para que hablara con el fiscal general, Francisco Javier Díaz Verón, y otras autoridades.

Recordó que ya en aquella ocasión le dijo a la presidenta de la ANR, Lilian Samaniego, que es grave que se le haya matado a un ex intendente colorado y ex presidente de seccional y que no se investigue nada. «Le dije a Lilian que el Departamento de Canindeyú está copado por narcos», recordó el ex diputado.

Indicó que toda la gente de la zona sabe de las actividades ilícitas y que se distingue a quien está traficando, porque de la noche a la mañana aparece con lujosos vehículos y convierte su casa en una gran mansión.

Finalmente, habló de la total ausencia del Estado, hecho que no deja a los campesinos muchas opciones a la hora de cultivar. «La gente no tiene otra solución que dedicarse al cultivo de marihuana, todos plantan marihuana», concluyó.UH