Notas
Neneco, al estilo Escobar, manejaba Ypejhú como una “zona liberada”
Pobladores de la fronteriza ciudad de Ypejhú afirman que Vilmar “Neneco” Acosta manejaba la zona como si fuera una región “liberada”.
Indican que, ejerciendo el poder que le daba la impunidad, se hacía de animales, los que faenaba y repartía a la gente, que aceptaba por temor y necesidad. Visiblemente atemorizados, comentaron la rutina de Vilmar “Neneco” Acosta Marques (ANR) cuando él era intendente. A tres meses del asesinato de Pablo Medina y Antonia Almada, esta localidad del departamento de Canindeyú sigue sumida en el olvido institucional.
Según los relatos de los pobladores, Vilmar “Neneco” Acosta conseguía los animales haciendo tener miedo. Iba a las estancias a amedrentar a los ganaderos y se apoderaba de los bovinos, los robaba, y advertía a los propietarios que si le denunciaban “ya sabían lo que les esperaba”, que se entendía como que serían asesinados.
Su actuar era como la del narcotraficante colombiano Pablo Escobar Gaviria, se indicó.
Actualmente, el municipio de Ypejhú y el de Villa Ygatimí presentan un panorama desolador: casas abandonadas, algunas sin terminarse de construir, otras que están en venta porque ya migraron; además, el hambre en algunas familias, que ya comienza aflorar, refirieron.
“La zona de Ypejhú ya estaba a punto de ser liberada completamente por el clan Acosta, lamentablemente para ellos tuvieron que asesinarle a Pablo Medina para que todo quede al descubierto”, relatan los lugareños. “Ellos traían a policías afines a ellos porque cuentan con respaldo político de la diputada colorada María Cristina Villalba de Abente, conocida como la reina del narcotráfico en esta parte de la región y quien es ‘madrina’ de Neneco Acosta”, aseguran.
“Acá nadie puede abrir la boca porque al día siguiente termina acribillado”, coincidieron en relatar nuestros entrevistados.
Exigen la presencia del Estado en dicha zona, debido a que luego del asesinato del periodista de ABC Color Pablo Medina y de Antonia Almada todas las actividades cayeron en picada, por lo que varias personas tuvieron que mudarse, ante la falta de asistencia.
REGALABA CARNE AJENA
La gente le quería mucho a “Neneco” porque hacía mucha obra de “caridad”, dijeron algunos pobladores, haciendo referencia a la carne que solía repartir. La idea era tener, de esa manera, dominada la zona. “Si a alguien no le gustaba debía salir de allí, para seguir viviendo”, señalan.
Otro de los lugareños había revelado que Vilmar Acosta tenía conexiones con grandes hacendados de la frontera seca con Brasil, quienes también “aportaban” con él para de esa manera tener reses, faenarlas y regalar la carne a los habitantes, principalmente a los leales a él.
Antes del doble homicidio, Vilmar Acosta ya venía realizando una intensa campaña política con miras a las elecciones municipales y casi la mayoría en esta área creía que iba a ganar otra vez. Mediante que hubo testigos del crimen que se le atribuye, ello se frustró.ABC
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